Cuando pensamos en bienestar felino, rara vez imaginamos aceites esenciales, olores suaves o difusores. Pero la verdad es que el mundo de los aromas también puede ayudar a nuestros gatos… si se usa con conocimiento y respeto.
La aromaterapia felina no es una moda. Es una herramienta complementaria que, bien aplicada, puede favorecer la relajación, aliviar tensiones y mejorar la adaptación a ciertos cambios.
Es el uso controlado de ciertos aromas naturales para influir positivamente en el estado emocional y físico del gato. No se trata de perfumar la casa, sino de generar una atmósfera que favorezca la calma y el bienestar.
🧡 En casa, puede ser un gran aliado en momentos de estrés. En la guardería felina de Mi Alma Animal, usamos aceites específicos y difusores seguros para ayudarles a adaptarse sin forzar nada.
Sí, siempre que se usen productos específicos, en dosis adecuadas y con ventilación suficiente. Los gatos tienen un sistema hepático diferente al nuestro, así que no todos los aceites les sientan bien.
NUNCA apliques aceites sobre su piel o pelaje sin supervisión profesional.
Evita por completo: menta, eucalipto, canela, árbol del té, cítricos y clavo.
👃 Cuando realizo visitas de catsitting, si el gato ya conoce ciertos aromas en su entorno, los uso como puente emocional para que se sienta más seguro en mi presencia.
La aromaterapia no sustituye ni al juego, ni al amor, ni a la atención veterinaria. Pero puede ser ese pequeño detalle que marque la diferencia. Un aire que huele a casa. A calma. A que todo está bien.